Afectada por el Síndrome Diógenes

Cosas que encuentro por aquí y por allá. Todo me sirve.





lunes, 3 de diciembre de 2012

Todo sombras y...


...ninguna luz.
Una novela tan mediocre que sus señas de identidad son sus giros predecibles de folletín y novela rosa (que recuerda a las novelas de Corin Tellado), su estilo literario un tanto sencillo, y su ligereza y falta de pretensiones, no pasa de ser un típico libro de género romántico.

Por pocas novelas que se hayan leído, sus personajes resultan, además de inverosímiles, planos como la hojalata; su prosa, patéticamente pobre; los diálogos, sorprendentemente pueriles; la trama, previsible.
 Una historia en primera persona contada por una protagonista cuya vida interior es similar a la complejidad celular de la ameba.
No deja de desconcertarme que una mediocre novela repleta de orgasmos de opereta y pornografía, y que cuenta una historia de sumisión y esclavitud femenina (voluntariamente aceptada) haya conseguido apasionar a millones de lectoras del mundo anglosajón, que es, precisamente, donde más se ha desarrollado la libertad de la mujer (incluida, desde luego, la sexual) y menores son las diferencias profesionales y sociales entre sexos. Qué tiempos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Por fin una critica mala, ya me sentia un bicho raro.